Vieja alineación de Liverpool, esta vez con Maxi Rodríguez invertido |
En la actualidad, es común
ver en el fútbol mundial las innovaciones en cuanto a los posicionamientos de
determinados jugadores. Una de ellas, a la que se refiere y referirá este
texto, es la que corresponde a la ubicación de jugadores con los perfiles de sus
piernas hábiles cambiados.
Ocurre en todas partes del
mundo y hasta con los mejores jugadores. Ejemplos hay suficientes: Lionel
Messi, zurdo por naturaleza, juega volcado a la derecha en el Barcelona, lo
mismo Arjen Robben en el Bayer Münich. Aunque no siempre sean así, rápidamente
se me ocurre el de Robinho en el Milán, Neymar en Santos, Di María en el Reald
Madrid, entre otros. He aquí ejemplos de jugadores avocados a tareas ofensivas,
en posiciones afines. Pero cabe destacar que no es exclusivo en delanteros.
Esto se manifiesta tanto con laterales, mediocampistas externos o carrileros
(como prefieran denominarlos) y extremos. Estas posiciones varían según el
esquema que elija el entrenador.
Si bien esto ocurre en todas
las ligas del mundo, los casos referidos demuestran que los mejores equipos,
con sus respectivas figuras lo efectúan y da resultado.
El cuestionamiento hace alusión
a si esta modalidad es resultante en Liverpool. El partido pasado (vs West
Brom) fue lo último que me impulsó a desarrollar este planteo ya que, si bien
viene siendo una costumbre desde hace un tiempo en el club y es algo que sucede
actualmente en el fútbol del mundo, en el caso del Liverpool reincidió inclusive
con la llegada del nuevo entrenador.
El primer caso y de mayor
gravedad, según considera quién les escribe, es el de Glen Johnson, lateral
derecho por naturaleza. Cuando su andarivel es el izquierdo (con Daglish varias
veces y Rodgers el último partido mencionado), da la sensación de que esas
escapadas al ataque son forzadas, no dispone de la soltura, ni la velocidad
característica y, menos aún, le es posible llegar hasta el fondo para enviar al
centro o, por qué no, internarse en el área como nos suele tener acostumbrados.
Hay una pérdida de sorpresa y se desperdicia un hombre que puede significar una
buena herramienta de ataque.
Dado que el Liverpool en
estas últimas temporadas acostumbró a jugar con mediocampistas centrales,
recaemos directamente en los extremos o segundos delanteros. Craig Bellamy,
quién abandonó el club esta temporada, segundo delantero o extremo, diestro por
naturaleza, jugaba volcado a la franja izquierda. Con el galés es difícil hacer
un análisis preciso, ya que no era un habitual titular, sumado a que, a veces,
él tenía la facultad de poder terminar la jugada tratándose de delantero, a
diferencia de Johnson y Downing (otro de los afectados).
Con el ex-Aston Villa, ocurre
algo similar al igual que con el defensor. Al ser un mediocampista por afuera o
extremo, y su pierna fuerte sea la zurda, no pudo exprimir su juego por el
costado contrario. En velocidad o cambios de ritmo siempre debe aplicar el
freno para acomodarse a su pierna hábil. Queda la sensación de un jugador
incompetente para atacar, ya sea para adentrarse en el área por el medio, para
romper defensas mediante asistencias o la media distancia, o para llegar hasta
el fondo y lanzar centros.
Respecto a Johnson (jugó de
lateral izquierdo en lugar de José Enrique) y Downing (acompañó a Suárez y
Borini por el costado derecho), a la
vista hay jugadas que evidencian lo descripto. Dentro de las poquísimas
aproximaciones que tuvo el Liverpool por las bandas, hubo un centro por cada
uno arrojados a las nubes. Entonces: ¿tiene sentido tenerlos así?
En consecuencia, en Liverpool
parecería o produce un efecto adverso: el jugador se desnaturaliza, queda
eximido de exhibir todo su potencial, carece de esencia y trascendencia.
Reitero, en los primeros
ejemplos citados: Messi, Robben, Robinho,etc., la modalidad rinde sus frutos,
son cracks que rinden como tales.
En los Reds, con algunos
jugadores hay tendencia de hacer lo mismo (Borini también podría ser
contemplado como ejemplo), lo hacía Daglish y ahora al parecer Rodgers
también...
Mientras, por lo menos quién
abordó este punto de vista, queda la expectativa de que, como ocurre con otros
jugadores en otros equipos, en Anfield pueda ser redituable también.
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