sábado, 28 de enero de 2012
Anfield inexpugnable
"Si pensaban que el partido no era tan importante como el siguiente, está bien, pero esos jugadores no vestirán más la camiseta del Liverpool". Esa fue la frase proveniente de Kenny Dalglish que resonó post partido frente a Bolton, en el cual el Liverpool cayó derrotado por 3 a 1 como visitante, que provocó el fastidio del entrenador, quien cuestionó la falta de actitud de algunos, por no decir todos, de sus jugadores, creyendo percibir cierto desgano en ellos, tal vez, más mentalizados en el decisivo compromiso de vuelta ante el Manchester Citiy por las semifinales de la Curling Cup.
Sin embargo, la dura reacción de Dalglish no pasó a mayores y entre semana ante el City figuraron los mismos once, a excepción de Dirk Kuyt que estuvo desde el arranque en lugar de Andy Carroll. Sin sobresaltos, los de Anfield desplegaron un juego vertical, con constante búsqueda del arco rival, con mucha personalidad, pero debieron conformarse con el empate en dos (habían ganado 1 a 0 en la ida) y librándose del último peso pesado de la Copa (antes había eliminado al Chelsea) y accediendo a una nueva final luego de seis años, frente al Cardiff.
Por si esto no fuera poco, el próximo objetivo era nada más y nada menos frente al eterno rival: Manchester United, esta vez por la 4ta ronda de la FA CUP, también en Anfield. Con una alineación un poco retocada y sin mostrar la vistosidad anterior, pero manteniéndose a la altura de las circunstancias en este tipo de compromisos, se proclamó vencedor, logrando la victoria 2 a 1. Enfrente, se notó la falta de jugadores trascendentales como Rooney, Nani, Owen, Young, Vidic, entre tantos que conforman la lista de lesionados, aunque así y todo, mantiene su ideología de juego y no deja de ser el rival aguerrido tantas veces enfrentado.. Agger abrió el camino, el coreano Park logró la aparidad y al cierre, ingresado en el segundo tiempo, Kut estampó el 2 a 1 y esfumó toda posibilidad de forzar a un replay en Old Trafford.
En el estadio todo era euforia de la multitud en la cual se encontraba Luis Suárez suspendido. Razón por la cual este triunfo sabe a doble, no sólo por el pasaje a la final días atrás, sino por la ausencia de su principal carta ofensiva, que tendrá su fecha de regreso el 6 de febrero frente al Tottenham. Por todo lo hecho y lo que vendrá, Daglish, Suárez y compania, tienen motivos para que Anfield esté de fiesta.
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