Liverpool, Manchester United, Arsenal y Chelsea, al menos desde del 2004, siempre fueron los equipos más fuertes de Inglaterra, futbolísticamente y económicamente. Tanto a nivel nacional y/o internacional eran los mayores protagonistas, repartiéndose entre ellos: ligas, copas domésticas, puestos de clasificación e inclúsive peleando trofeos continentales.
A pesar de que esta descripción no concuerde con la realidad, históricamente Manchester United y Liverpool son lo más reconocidos en Inglaterra.
Partiendo de esta base, la paradója es que es el Liverpool, quien debilitido por sus pobres actuaciones en liga sin pelearla ni clasificarse a las copas, buscará mañana ante Tottenham aumentar sus chances de lograr el objetivo de volver a la Champions League y al top de la Premier. Un Tottenham, que en los últimos años, se asentó en ese hueco abandonado, detrás de los equipos ya mencionados, con la inclusión del Manchester City. Los londinenses deberán defender aquél lugar del que se adueñaron hace ya varias temporadas. A tal punto que en la presente, no sólo se ubica en los puestos de Champions, sino relegando al Chelsea por detrás.
Si bien los de Dalglish además tienen otros rivales en el medio para arrebatarle ese ya ajeno cuarto puesto, la obligación es sumar de a tres y más aún de descontarle a un rival directo.
Arsenal contundente, ya hizo lo suyo (7 a 1 al Blackburn), Newcastle también pone presión con su triunfo 2-1 frente al Aston Villa. Chelsea y Manchester se reparten los puntos (3-3) mientras que el City continúa su sendero y lidera (3 a 0 versus Fulham). Solo queda este duelo para darle consistencia al objetivo de volver al podio clasificatorio. El destino, por diversas causas, desencontró a dos figuras, mañana volverán a estar. ¿Podrán Suárez y Gerrard ubicar al Liverpool en el lugar que siempre solía estar?
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