sábado, 3 de septiembre de 2011

Una leyenda llamada William "Bill" Shankly

   Un 2 de septiembre, hace 98 años, nacía uno de los entrenadores más populares de Gran Bretaña y uno de los baluartes más importantes de la gloriosa historia que posee el Liverpool Futbol Club. Un ídolo histórico con todas las letras.
   Escocés, se inició como jugador disputando más de 300 partidos en el Preston North End, equipo de la Football League One (la segunda división de Inglaterra) e inclusive llegó a representar a su país en siete oportunidades. Su proyección como futbolista se cortó en 1939, cuando se desató la Segunda Guerra Mundial y se suspendieron todas las competiciones en Inglaterra.
   Finalizada su carrera en 1949, empezó la labor de entrenador con tan solo 36 años. Su arribo al Liverpool tuvo una serie de ante cesiones. Primero se hizo cargo de equipos como Carlisle United (su primer equipo como jugador) y luego recaló en otros tres: Grimsby Town, Workington, Huddersfield Town. La mayoría de sus alejamientos se debieron a distintas confrontaciones con sus respectivas comisiones directivas. El escocés tenía un carácter fuerte y vivía el fútbol con mucha intensidad.
   Diez años duró esa transición antes de llegar a los "Reds". El club vivía un presente negro. Además de limitar en la segunda categoría, se encontraba en deplorables condiciones y disponía de un campo de entrenamiento totalmente arruinado.
   Los éxitos de Shankly fueron de menor a mayor: devolvió al equipo a primera, se consagró campeón de la FA CUP (la competición más antigua del país) y luego obtuvo tres títulos de la liga doméstica y sumo cuatro Community Shields (Supercopa Inglesa) a las vitrinas.
   Pero Bill no sólo llenó de historia al club desde lo táctico y estratégico. Fue él quien instauró en Liverpool esa mística con la cual se lo conoce hoy en día. El cambio de color de la equipación a un rojo, que pudiera generar un impacto psicológico: poder y peligro. También ordenó la colocación del legendario lema "This is Anfield", que se encuentra en las escaleras que dirigen del vestuario al campo de juego, para recordarles a aquellos que las transiten que están frente ante un escenario mítico.
   Luego de haber generado un impacto extraordinario y llevar al club a lo más alto, "Bill" cesa en su cargo, dejando el equipo en manos de su colaborador.
   En homenaje a su fallecimiento, a causa de un infarto, se celebró un partido y se erigieron unas puertas de forja en las que se lee el eterno eslógan, del himno del club, "You’ll never walk alone".
   Hasta el día de hoy, es el entrenador que más partidos dirigió al Liverpool con un total de 743.
En su honor se halla una estatua en la entrada del estadio que reza: "The man who made people happy". Un reconocimiento a todo una leyenda...

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