A pesar de estar en época de receso en Europa, con las competiciones ya finalizadas, planteles de vacaciones y los clubes en búsqueda de nuevas adquisiciones, el Liverpool fuera de toda actividad, tuvo a dos compañeros del club enfrentados cara a cara, Dirk Kuyt y Luis Suárez, ambos compañeros de ataque en el equipo rojo.
El miércoles 8 de junio, las selecciones de Holanda y Uruguay, reeditaron la semifinal del mundial de Sudáfrica 2010, en un amistoso en el cual se disputaba la Copa Confraternidad, que sirvió como preparación para el conjunto Celeste para la próxima Copa América en la Argentina. En el estadio Centenario fue empate 1 a 1 y los protagonistas del encuentro fueron los dos centrodelanteros de ambos seleccionados, Dirk Kuyt por parte de Holanda y Luis Suárez de los locales. El uruguayo puso en ventaja a su equipo en el minuto 81', mientras que Kuyt logró el empate en la agonía del encuentro. Luego, Uruguay se quedó con el triunfo, tras definiciones desde el punto del penal que terminó en 4 a 3. Además de anotarse en el marcador, Suárez fue incidió en todo el partido, provocando peligro en la defensa holandesa, elevando el rendimiento de su selección en el segundo tiempo.
No es casualidad que el Liverpool se haya inclinado por él en el verano pasado para cubrir la ausencia de Fernando Torres, transferido al Chelsea. Para ello tuvo que desembolsar 26,5 millones de Euros, al Ajax de Holanda, club donde era capitán y había marcado más de 100 goles. Sumado a esto, su presente venía en alza. Fue un indiscutido en el once inicial de Oscar Tabárez, durante las eliminatorias y en el Mundial, en el cual protagonizó un papel importante y no solamente por sus anotaciones (3 en 6 partidos), sino por salvar la caída de su arco en el partido por cuartos de final frente a Ghana, en el cierre del partido, cuando atajó una pelota con destino de gol, que eliminaba a Uruguay. El goleador fue expulsado y los africanos malograron el penal y luego fue Uruguay que consiguió a avanzar por medio de esa vía, después del tiempo suplementario.
El recuerdo de Torres ya quedó atrás, Suárez se encargó rápido de reemplazar sus goles por los de él. En su début ingresó en el segundo tiempo y anotó el segundo gol del equipo. De buen desempeño en la ofensiva de los de Anfield y generador de la misma, se ganó el respeto y cariño del público. Mientras tanto, busca continuar por la misma senda, en la próxima temporada, pero antes, en el desafío que tendra su selección, en menos de un mes.
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