Anfield inexpugnable

"Si pensaban que el partido no era tan importante como el siguiente, está bien, pero esos jugadores no vestirán más la camiseta del Liverpool". Esa fue la frase proveniente de  Kenny Dalglish que resonó post partido frente a Bolton, en el cual el Liverpool cayó derrotado por 3 a 1 como visitante, que provocó el  fastidio del entrenador, quien cuestionó la falta de actitud de algunos, por no decir todos, de sus jugadores, creyendo percibir cierto desgano en ellos, tal vez, más mentalizados en el decisivo compromiso de vuelta ante el Manchester Citiy por las semifinales de la Curling Cup.
Sin embargo, la dura reacción de Dalglish no pasó a mayores y entre semana ante el City figuraron los mismos once, a excepción de Dirk Kuyt que estuvo desde el arranque en lugar de Andy Carroll. Sin sobresaltos, los de Anfield desplegaron un juego vertical, con constante búsqueda del arco rival, con mucha personalidad, pero debieron conformarse con el empate en dos (habían ganado 1 a 0 en la ida) y librándose del último peso pesado de la Copa (antes había eliminado al Chelsea) y accediendo a una nueva final luego de seis años, frente al Cardiff.
Por si esto no fuera poco, el próximo objetivo era nada más y nada menos frente al eterno rival: Manchester United, esta vez por la 4ta ronda de la FA CUP, también en Anfield. Con una alineación  un poco retocada y sin mostrar la vistosidad anterior, pero manteniéndose a la altura de las circunstancias en este tipo de compromisos, se proclamó vencedor, logrando la victoria 2 a 1. Enfrente, se notó la falta de jugadores trascendentales como Rooney, Nani, Owen, Young, Vidic, entre tantos que conforman la lista de lesionados, aunque así y todo, mantiene su ideología de juego y no deja de ser el rival aguerrido tantas veces enfrentado.. Agger abrió el camino, el coreano Park logró la aparidad y al cierre, ingresado en el segundo tiempo, Kut estampó el 2 a 1 y esfumó toda posibilidad de forzar a un replay en Old Trafford.
En el estadio todo era euforia de la multitud en la cual se encontraba Luis Suárez suspendido. Razón por la cual este triunfo sabe a doble, no sólo por el pasaje a la final días atrás, sino por la ausencia de su principal carta ofensiva, que tendrá su fecha de regreso el 6 de febrero frente al Tottenham. Por todo lo hecho y lo que vendrá, Daglish, Suárez y compania, tienen motivos para que Anfield esté de fiesta.

Adidas abandona Liverpool

Finalmente se confirmó que Adidas no seguirá vistiendo a Liverpool (lo hacía desde el 2006), debido al bajo desempeño del equipo y la suma de dinero que estaba recibiendo a cambio.
De esta forma, fue Warrior depositó sus ojos en el club inglés y firmó un contrato por seis temporadas y desembolsará de 25 millones al equipo rojo, superando los 22 que aportaba Adidas. Frente a esta nueva propuesta, la marca alemana disponía la posiblidad de igualar la suma de los nuevos pretendientes y quedarse en Anfield, pero la negativa ya estaba dada.
Warrior de solo 20 años, nunca vistió a un club de fútbol. Por eso esta será la puerta para salir a darse a conocer en el mercado, pero a su vez tendrá el difícil reto de reemplazar a marcas como Adidas y Rebook y estar al frente de uno de los clubes más importantes del mundo. Una nueva experienca de vestir a un club de fútbol que con Adidas vendía un promedio de 1 millón de camisetas por año, segundo equipo con más ventas por detrás del Real Madrid (también sponsoreado por Adidas).
Por otra parte, incertidumbre hay en los aficionados de todo el mundo del club inglés, ya que se desconoce como será la venta de productos, porque Warrior solo despacha sus artículos en Inglaterra y Estados Unidos (lugar de orígen). Y a su vez las reacciones de los hinchas con esta novedad fueron dispares, dado que con esta contratación el Liverpool pierde la calidad de ser vestido por una de las marcas de ropa deportiva más prestigiosas del mundo, pero al mismo tiempo otros dan el visto bueno pensando en las arcas del club.

Valioso triunfo que casi le sale muy caro

    La final anticipada de la serie Manchester City-Liverpool de la Curling Cup tuvo su primer capítulo. Los Reds eran la visita y con la paliza propinada por los de Mancini hacia días por la Premier aún latiente, el destinto era una incertidumbre.
   Nadie se hubiera imaginado que las riendas del partido las tomaría el visitante y en menos de 15' ya estuviera en ventaja, gracias al gol de su capitán y emblema, Steven Gerrard. Mucho trabajo para Hart, hasta que el Liverpool levantó el pie del acelerador.
   Luego de la primera parte, el panorama no podía ser mejor. La ventaja, el descanso, la presió y desesperación para el dueño de casa y el desquite en Anfield. Pero la buena producción del primer tiempo, se diluyó en el segundo y el Liverpool casi se caba su propia tumba. La frase de Omar Asad "el micro en el arco" sería insuficiente para describir la actitud defensiva del conjunto de Dalglish. Arrinconado en su area, le cedió la pelota al City, y desde el banco sumó dos defensores más.
   Con la constante búsqueda del City, sin muchas ideas, poca precisión y falta de inspiración, más las buenas respuestas de Reina, quien reinvindicó la actuación pasada, el resultado se mantuvo y los 90 pico transcurrieron.
   Consumada la ida, sin recibir goles y con un triunfo en el bolsillo, lo peor ya pasó y llega aventajado para quedarse con el pase a la final. Pero tuvo que transpirar, sufrir y defenderse con uñas y dientes, de una manera que no da garantías y ante el mínimo error, o la suerte del otro lado, podía resultar catastrófico. Creo que, no está mal defenderse y menos ante un rival de tal magnitud, pero hay otras variantes para hacerlo, más efectivas y menos riesgosas. Por ahora, hay final feliz...