martes, 7 de febrero de 2012

No le sirvió a ninguo de los dos


Si el Tottenham considera el partido en Anfield para determinar sus aspiraciones al título a la par de los dos Manchester, sin duda, tendrá mucho que reemplantearse.
Por el lado del Liverpool, un poco más de lo mismo, mantiene su invicto como local, pero un invicto mentiroso donde abundan más los empates que las victorias (11 y 4 respectivamente).
Con la lesión imprevista de José Enrique, Dalglish no arriesgó demasiado y recurrió a una alternativa ya conocida: la de Glen Johnsson, latural lateral por derecha, pero por el sector izquierdo y colocándo a Martin Kelly por la derecha. Respecto al resto, sentó a Jordan Henderson, de pobre desempeño hasta el momento, y a Stewart Downing y optó por Spearing y Dirk Kuyt, de buena performance en los últimos partidos.
El desarrollo a lo largo del partido tuvo a un Liverpool con la posesión del balón a su merced y la agresividad de ir a buscar el resultado, en tanto que los de Londres solo procuraron cerrar los espacios y esperar en su campo.
Volcando la mayoría de sus jugadores a tareas defensivas, excepto Adebayor (único punta) y Gareth Bale, de vocación ofensiva más que otra cosa. A pesar de esta situación, el primer tiempo fue bastante nefasto, casi sin llegadas. Fue en el segundo donde Liverpool pudo inclinar la cancha con llegadas profundas y ameritando quedarse con algo más que un punto.
El empate lo sigue distanciando de un puesto de champions, pero para los próximos partidos decisivos que vienen -clásicos ante Manchester y Everton y en el medio compromiso por FA CUP y la final de la Curling Cup- hay alivio porque volvió a contar con la disponibilidad de Luis Suárez, quien ayer ingresó en el segundo tiempo, sumado al buen nivel de Bellamy y la ya fija presencia, recuperado totalmente, de Steven Gerrard.

domingo, 5 de febrero de 2012

Duelo crucial

Liverpool, Manchester United, Arsenal y Chelsea, al menos desde del 2004, siempre fueron los equipos más fuertes de Inglaterra, futbolísticamente y económicamente. Tanto a nivel nacional y/o internacional eran los mayores protagonistas, repartiéndose entre ellos: ligas, copas domésticas, puestos de clasificación e inclúsive peleando trofeos continentales.
A pesar de que esta descripción no concuerde con la realidad, históricamente Manchester United y Liverpool son lo más reconocidos en Inglaterra.
Partiendo de esta base, la paradója es que es el Liverpool, quien debilitido por sus pobres actuaciones en liga sin pelearla ni clasificarse a las copas, buscará mañana ante Tottenham aumentar sus chances de lograr el objetivo de volver a la Champions League y al top de la Premier. Un Tottenham, que en los últimos años, se asentó en ese hueco abandonado, detrás de los equipos ya mencionados, con la inclusión del Manchester City. Los londinenses deberán defender aquél lugar del que se adueñaron hace ya varias temporadas. A tal punto que en la presente, no sólo se ubica en los puestos de Champions, sino relegando al Chelsea por detrás.
Si bien los de Dalglish además tienen otros rivales en el medio para arrebatarle ese ya ajeno cuarto puesto, la obligación es sumar de a tres y más aún de descontarle a un rival directo.
Arsenal contundente, ya hizo lo suyo (7 a 1 al Blackburn), Newcastle también pone presión con su triunfo 2-1 frente al Aston Villa. Chelsea y Manchester se reparten los puntos (3-3) mientras que el City continúa su sendero y lidera (3 a 0 versus Fulham). Solo queda este duelo para darle consistencia al objetivo de volver al podio clasificatorio. El destino, por diversas causas, desencontró a dos figuras, mañana volverán a estar. ¿Podrán Suárez y Gerrard ubicar al Liverpool en el lugar que siempre solía estar?